Es fundamental familiarizarse con lo que puede suceder o puedes enfrentarte y estar preparado ya que esto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de tu mascota De ninguna manera reemplaza la atención médica, y bien entendida y aplicada, facilitará el proceder del veterinario logrando la sobrevida de la mascota.
- ¿Está Consciente? (Si esta despierto o “desmayado”)
- ¿Tiene Pulso? (apoyar dedo índice y mayor en zona de ingle bajo el muslo o bajo la lengua y buscar el “latido” )
- ¿Respira? (si se mueve su tórax)
- ¿Tiene Temperatura? (se mide con un termómetro introducido en el ano 30 segundos)
Una emergencia médica es una situacion real de Riesgo Vital con Compromiso de uno o varios de los signos Vitales y requiere atención inmediata ( por ejemplo no hay pulso o no respira) , y que de no hacerse una serie de técnicas y maniobras adecuadas, la mascota corre un serio riesgo de morir. En estos casos lo ideal es el traslado del profesional al lugar de manera inmediata; en cambio,
una urgencia médica es una situación que a juicio del humano responsable de la mascota requiere una atención inmediata, pero NO es una situación real de riesgo de vida que requiera una atención inmediata, por ejemplo un perro con diarrea, vómitos o heridas sin compromiso de signos vitales, no corre riesgo de morir y su asistencia puede ser demorada en el tiempo. La mascota puede trasladarse al consultorio Veterinario en un plazo breve.
Las clasificaciones son útiles para agrupar pero no siempre reflejan la realidad, ya que es muy dinámica y la transferencia de una urgencia a una emergencia sucede en cuestión de minutos, la falta de atención o para peor, la mala atención de una urgencia médica puede derivar en una situación real de Riesgo Vital. Por ejemplo, un gato que orina con sangre o un perro mordido en el tórax son urgencias, pero de no tratarlas de manera adecuada en menos de 24hs se transforman en una emergencia con riesgo de vida.
¿Qué hay que hacer ?
- Lo más importante : Primum non nocere “lo primero es no hacer daño”. Se trata de una máxima aplicada atribuida al médico griego Hipócrates. Muchas veces queremos ayudar a nuestra mascota y terminamos empeorando su situación. No moverlo y contactar al médico de cabecera que nos guiará.
Si se podía evitar, no era accidente!!
Siempre es mejor prevenir que curar
- Rotular el botiquín con el contacto y dirección del médico de cabecera y la veterinaria de emergencias más cercana.
- Nunca pasear sin correa, collar e identificación.
- Tener lejos del alcance medicamentos, elementos de obra (Cal, pintura, etc.) baterías y productos de limpieza.
- Botiquín siempre a mano, si viaja con su mascota lleveló!!!
- Las mascotas viajan en el asiento trasero al igual que los niños CON cinturón de seguridad.
- No Automedicar, lo que le resultó una vez puede perjudicar esta vez, lo que le funcionó a un familiar o vecino puede ser dañino para su mascota.
- Estar atentos a cualquier cambio sutil de comportamiento, alimentación y hábitos en su mascota.
- Jamás deje su mascota en el auto mientras hace un trámite, ni siquiera 5 minutos.
- No subestimar ningún problema de salud y no demorar la atención médica.
- Conservar siempre a mano su libreta sanitaria completa, vacunas, desparasitaciones y notas de interés, por ejemplo si a su mascota le realizaron tranfusiones sanguíneas o historial de hipersensibilidad.
- Exija anualmente una copia de la historia clínica de su mascota