Paulatinamente los seres humanos han ido modificando sus hábitos, sus costumbres y han tomado conciencia sobre la importancia del cuidado de la salud; con estas ideas se fue haciendo relevante el desarrollo de actividades físicas y la optimización en la forma de alimentarse. Acompañando estos cambios relacionados al estilo de vida, desde principios de este siglo se ha producido el fenómeno de la “humanización” en la forma de vincularse con las mascotas, haciendo transitiva la necesidad de consumir productos de calidad como vía de demostración de afecto y como garantía de una relación longeva. Pasado a números, estudios recientes indican que el 78% de los argentinos tiene mascotas en su casa y las mascotas son consideradas “un integrante más de la familia” (más del 30% de los dueños así lo catalogan) e incluso en un 15% de los casos como “un hijo”. Como resultado de este vínculo cada vez más cercano y personalizado, los dueños sienten la necesidad de incorporar acciones que permitan a su mascota un óptimo desarrollo de su cuerpo y de sus habilidades cognitivas, preocupándose por estimularla con alimentos sanos, ricos en proteínas que la acompañen durante las distintas etapas de crecimiento.
Además de la tradicional caminata, ampliamente conocida, existen muchas disciplinas para mascotas que pueden implementarse. Por ejemplo: Running, Agility, Freestyle, Disc Dog, Entrenamiento de obediencia entre otras. El grado de dificultad a alcanzar varía en cada disciplina según el tiempo de práctica y el adiestramiento requerido, siendo fundamental que el esfuerzo de la mascota corresponda con el indicado de acuerdo a su edad. También es sumamente importante que se acompañe la actividad física con una alimentación completa y saludable.
NATUPLUS es un producto totalmente natural que se destaca por ofrecer un alto grado de proteínas, ser de fácil digestión y por tener la ventaja de suministrarse a todas las mascotas de la casa sin importar su edad (es apto para perros, gatos, e inclusive hurones y erizos). Sus beneficios se completan con no contener aditivos, colorantes, saborizantes o materia grasa y venir en un formato ideal para ser llevado con total comodidad, aun durante la actividad física permitiendo “premiar nutritivamente” a nuestras mascotas.
Ante todo, hay que tener bien claros los motivos por los que se motiva a un perro a ejercitarse. Debe saberse que mantener en forma a nuestra mascota tanto a nivel de salud mental como física, implica evitarle malestares, tales como reacciones agresivas o ansiosas, pero también problemas musculares, de artrosis, o de corte neurológico.
El buen ejercicio físico puede intervenir en la conducta del cachorro, y mejorarla; en esta etapa de su vida.Es fundamental que contacte con otros ambientes, que se sociabilice y que reciba el mayor número posible de estímulos de su alrededor. De este modo, empieza a acostumbrarse al mundo que verá durante el resto de sus días. Para ellos el ejercicio ideal es aquel que no requiere demasiado esfuerzo físico: nuestra mascota debe pasear en la calle, jugar en el parque ya sea con sus humanos o con otros perros, correr detrás de una pelota; pero siempre a baja intensidad. Son mejores los paseos breves y frecuentes alternados con juegos, que largas caminatas. Tampoco es recomendable que a edades tan tempranas arrastren o carguen peso. Estos consejos pueden ayudar también al desarrollo esquelético y muscular de su cuerpo, así como a una buena dosificación energética.
Cuando el perro adquiere una edad adulta, se entiende que su cuerpo ya ha ido madurando, y cuenta con una sólida base esquelética y muscular. Además, se han regulado sus niveles de energía, por lo que se puede alterar el tipo de ejercicios y proponerle retos más estimulantes y de mayor intensidad y esfuerzo. Es el momento de hacer largas caminatas o carreras, de hacerle mover pesos o de que nade. En su justa medida (y sin obligarle a hacer nada que le moleste) estos ejercicios potencian su fuerza, aprovechan al máximo su masa muscular, y mejoran sus huesos y articulaciones al tiempo que reducen la posibilidad de que aparezcan osteoartrosis u otros problemas antes de tiempo.
No hay que olvidar que hacer deporte genera bienestar por la segregación de endorfinas, y que por tanto, a nuestra mascota le gusta. Eso se traduce en un mayor equilibrio y mejor comportamiento: el perro, en casa, se muestra más tranquilo, menos ansioso y nervioso. Y por lo general, una buena rutina constante lo hace estar más dócil y receptivo a nuevos aprendizajes. Una vez más, se refuerza el vínculo entre dueño y mascota. Algunos ejemplos de ejercicio ideal para un perro adulto, en función de sus características físicas son: running, agility y disc dog.
Ejercicio para perros de ocho a diez años
En esta etapa de su vida, el perro se hace mayor. Las articulaciones empiezan a resentirse, los músculos se oxidan, y los sistemas neurológicos y/o cardiorrespiratorios dan los primeros síntomas de cansancio. Cuerpo y mente ya no son lo que eran, y el resultado es un perro algo más triste y débil, que juega menos, le cuesta más trabajo saltar e incluso mantener el ritmo de los paseos que antes hacía sin problemas.
¿Significa eso que deba pasarse a una vida de total sedentarismo? Nada más lejos. Simplemente, que el ejercicio que de ahora en adelante deberá realizar, necesitará ciertos cambios para rebajar el nivel de esfuerzo e intensidad debido a la menor resistencia del animal. En este caso, para retrasar el inevitable proceso degenerativo y permitir que tenga la mejor calidad de vida, es recomendable que nuestra mascota realice con regularidad ejercicios de hidroterapia, o bien que pasee por rampas y escaleras, trabaje en pistas de arena o diferentes superficies, con el objetivo de mantener el estado físico (y mental) de la mejor manera posible. De este modo, se evita también que entre en sus últimos años de vida arrastrando graves problemas degenerativos.
Cuando el perro es anciano, la degeneración física y mental suele ser evidente. Disfunción cognitiva, ansiedad, inseguridad y demás estados anímicos se suelen alternar con problemas en los huesos y articulaciones, y por ese motivo, es muy importante que se mantenga activo, con ejercicios que sean de bajo impacto. El objetivo es reducir todo lo posible esa degeneración, incrementando (un poco) su masa muscular, mejorando su equilibrio y coordinación, y por extensión, su resistencia cardiovascular. En la actualidad hay numerosos tratamientos específicos para hacer que su día a día sea lo más placentero posible, pero un buen listado de actividades para ejercitar a nuestro anciano amigo pasa por hacer paseos cortos y frecuentes, y llevarlo a sesiones de hidroterapia, masajes y estiramientos. Llevar a cabo juegos simples, que le diviertan y estimulen su actividad mental.
En definitiva un perro no se diferencia de un humano en cuanto a que, como él, arranca con mucha energía, madura, y posteriormente encara su declive con una degeneración progresiva. La diferencia reside en que es un animal con mucha más energía que nosotros, y sin embargo, en muchos casos, apenas realizan un paseo diario como único ejercicio. Si queremos ofrecerle la mejor calidad de vida, y asegurar una madurez lo más placentera posible, debemos aumentar el número o la intensidad de esos paseos, o buscar soluciones para que se mantenga activo, sano y equilibrado.