Sir Oliver, Oliver, Oliverio, Olivares o simplemente Oli son todas las formas para referirnos o llamarlo, y estoy casi seguro de que entiende cada inflexión de nuestra voz y cada matíz de nuestras miradas. Oliver llegó a casa con 45 días y lo esperaban un Bulldog Francés –que estaba en tránsito-, 3 gatos (hoy 4) y dos tortugas. Con todos tiene una relación amable pero distante debido a que aprendió hace un tiempo que los gatos no juegan con las pelotas ni con los perros… supongo que debe haber sido una decepción! Aunque esto no impide que compartan sillones y otros lugares confortables de la casa. A lo largo de mi vida he convivido y disfrutado de distintos perros -collies rough, ovejeros alemanes, mestizos-, pero Olivares es especial. Su modo de relacionarse, de estar pendiente y compartiendo toda actividad familiar hace su compañía indispensable. A los 3 o 4 meses, dejó de lado las malas costumbres de los cachorros –morder todo, incluidos muebles-, ensuciar adentro, etc., aunque en esto último ayudan su inteligencia y agilidad, porque increiblemente, se las ingenia para pasar por la puertita de los gatos y acceder al jardín en cualquier horario en él que quiera “regar” alguna planta. Fiel a sus dueños y a sus rutinas, si para las 23.30 no nos fuimos a dormir, él enfila para su almohadón a los pies de mi cama y si a las 6:30 no me levanto… me da una media hora de hándicap, eso sí, sentado al lado mío y mirándome fijamente. Más complicados son los fines de semana cuando decide hacer justicia por mano propia alrededor de las 8:30 subiendo medio cuerpo a la cama… apoyándose directamente sobre mi! Oliver no es un Border que desarrolle mucha acitividad. Sale una vez por día, jugamos con él en distintos momentos todos los integrantes de la familia y a veces pasa horas solo, sin que ello transforme su carácter ni lo impulse a romper cosas... es la vida que le podemos dar, y disfruta tanto correrme dos pisos por escaleras como dar una vuelta al barrio. Uno de mis juegos preferidos es cambiar de trayecto a mitad de la escalera… cuando el ya subió, yo empiezo a bajar y cuando él empieza a bajar, vuelvo a subir… hasta que todo termina en una estruendoso ladrido de queja. Nos resulta fácil convivir con él y no presenta grandes problemas a excepción de dos: pierde bastante pelo, por lo que sería necesario cepillarlo día por medio -no lo hacemos tan seguido- y se asusta mucho en los paseos con los vehículos que hacen ruido elevado, como los colectivos, motos y camiones de reparto y basuraParece que su gran oído lo sensibiliza excesivamente y su primera reacción es la de huir, resultando imposible por su seguridad que pasee suelto. Hay muchas anécdotas y un sinnúmero de sensaciones y sentimientos, casi imposibles de describir en palabras, desencadenados por una mirada, un gesto o una pata pidiendo. El mejor resumen que se me ocurre, es que Oliver es nuestra familia y junto a mis dos hijos es la mejor decisión que tomamos como padres.
Si se animan a emprender el desafio de vivir con un Border Collie, he aqui información imprescindible que me animo a compartir: La principal diferencia entre un Border Collie y la mayoría de las otras razas de perros, es que además de satisfacer sus necesidades básicas (comida, agua, refugio y reproducción) necesita satisfacer su devoción por la actividad física y por los desafíos intelectuales. Estamos ante un perro de trabajo que lleva siglos de selección para transformarlo en un perro constante, entregado y resistente a trabajos de larga duración en terrenos y climas adversos. Ha sido seleccionado para tener una pasión desmedida hacia las ovejas y desear colaborar con su guía. Exageradamente complaciente, suele desarrollar un vínculo enorme con su dueño, quien deberá entender que no necesita actividad constante para mantenerse estable y que el exceso de ella lo hará inestable. No es nada fácil hoy mostrar otra visión, como así tampoco dejar de vincularlo con la pelota, el palo o el frisbee. Si quieres un Border Collie feliz, completo y equilibrado, deberás conocerlo como individuo… Lo que un Border Collie necesita es una gran estabilidad. Desde que llega a casa por primera vez la calma y armonía y no la actividad desenfrenada por sistema serán fundamentales.
Las salidas deberán ser de calidad, en las que haya una estimulación física y mental, pero sobre todo en las que sean perros. El mejor equilibrio mental que se les puede ofrecer, es el de dejarles investigar todo lo que su curiosidad de simple perro les pida, en paseos en donde no les pedimos nada, dejándoles conocer a otros perros y oler todo a su paso, sin sobreestimularlos ya que puede llevarlos a la obsesión, sobre todo con los objetos en movimiento como la típica pelota que todos tenemos –no importa su tamaño! y aumentará los niveles de estrés. Igualmente importante es enseñarle a mantenerse tranquilo y relajado en cualquier lugar Su capacidad y velocidad de aprendizaje están al servicio tanto para las cosas buenas, como de los malos hábitos, por lo que hay que evitar todo lo que no queremos que aprenda y las malas experiencias.
Es una raza más sensible que otras, nuestro estado de ánimo y forma de ser les afectan y esto puede condicionar a su desarrollo psíquico.
No es un perro para personas sedentarias o que se alteran con facilidad, ni tampoco para estar solo en casa demasiado tiempo. Si queremos un perro equilibrado debemos tener rutinas diarias, al menos hasta que llegue a la madurez, con actividades de calidad y en donde la calma sea el ingrediente fundamental.
FB: Patita Patita – Adiestramiento Canino
FB: LiLa Maratonista