Este complejo de enfermedades, que se pueden prevenir o controlar, se engloban dentro del título Complejo Respiratorio Felino y corresponden principalmente a las producidas por dos virus, el Herpesvirus y el Calicivirus.
Se ven afectados principalmente los gatitos recién nacidos, que no han mamado en las primeras horas para recibir los anticuerpos de la madre y los adultos inmunosuprimidos (con las defensas bajas, ya sea por estrés o por presencia de otras enfermedades).
El hacinamiento y la falta de vacunación favorecen el contagio entre individuos a través de las secreciones contaminadas que se eliminan principalmente a través de los estornudos.
Además se acompaña de fiebre y falta de apetito. El animal presenta un mal aspecto general, porque deja de limpiarse y se muestra apático. En hembras puede producir abortos, y en gatitos pueden quedar secuelas como rinosinusitis crónica.
Signos
-Estornudos y Secreción nasal
-Conjuntivitis y lagrimeo
-Dificultad para respirar
-Úlceras en la lengua y salivación
-Fiebre y anorexia
-Tos
-Es más peligroso en gatitos bebés (puede ser mortal)
-Es muy contagioso
-No afecta a las personas
-Hay vacunas (a partir de los 2 meses)
El diagnóstico se basa en la historia clínica y en la realización de un examen físico general.
Es habitual en otoño e invierno, por el cambio brusco de temperaturas (sobre todo si el animal acostumbra a salir de casa), ya que afecta a las vías respiratorias y favorece la entrada del virus.
Tratamiento
Una vez más nos encontramos con que el mejor tratamiento es la PREVENCIÓN.
Aplicando dos o tres dosis de la triple o cuádruple felina, separadas por 3 a 4 semanas a partir de las 8 semanas de vida, y luego siguiendo con un refuerzo anual estaremos actuando de la mejor manera contra este complejo al reducir la posibilidad de contagio y diseminación de la enfermedad.
Una vez que los signos se presentan sólo resta actuar dando lo que llamamos terapia de sostén, donde se le brinda al paciente el mejor tratamiento posible mientras pasa el período de enfermedad que pueda variar entre 2 y 4 semanas en la etapa aguda.
En esta etapa se administran antibióticos, gotas oculares (colirios), nebulizaciones, suero, vitaminas, aminoácidos, etc.
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