Por eso en el hotel tenemos en cuenta todos los detalles para que ellos sean felices. Nos levantamos temprano por la mañana y compartimos al aire libre juegos, caminatas, descansos, pileta en verano, caricias y enseñanzas. Al mediodía y a la noches cada huésped entra a su habitación del hotel y recibe su comida acompañado de alguien del equipo, quien además de controlar que coma su alimento, lo acompaña emocionalmente. Porque de eso se trata nuestro trabajo y aquí esta lo mas lindo de esta nota. De saber cuan importante es la parte emocional en los perros. De ese vínculo de amor que se genera con ellos, es de donde parte toda la linda estadía que le podamos dar. Porque cuando hay un acompañar emocional, ellos se sienten contenidos, queridos, se relajan, confían y empiezan a disfrutar de su estadía. Si no hay un vínculo de amor generado en el correr de los días, nada funciona. 

Los perros son seres vivos que al igual que los humanos tienen la capacidad de sentir y vivir en función de sus vivencias, una buena o mala vida. Esta en nosotros aprender de ellos, que son nuestros Maestros, y ser incondicionales en su estadía en el hotel.
A la tarde volvemos a salir a divertirnos luego de una linda y confortable siesta en las suites del hotel y finalmente a la tardecita cenamos con ellos para cerrar el día                                                          .
Somos de la filosofía que una buena calidad de vida tiene mucho que ver con los momentos de buena energía transcurridos en nuestro andar y una buena alimentación. Por eso en el hotel también ofrecemos el servicio de comida natural equilibrada, porque creemos que solo si comemos bien, ayudamos a nuestro cuerpo a poder llevar adelante lo que en verdad somos… nuestra alma.

María Florencia Lanza