¿Cómo fue el origen del Programa?

Julio Cepeda (Coordinador): El Dr. Juan E. Romero, en su programa de radio, hablaba de un Congreso internacional sobre salud animal que se estaba organizando y de la figura del evento, la hermana Pauline Quinn y su “Dog Prision Program”. Un funcionario del Poder Ejecutivo Nacional lo escuchó y se comunicó con él pidiéndole más información sobre el programa, que ella venía instrumentado en Estados Unidos desde 1981 en más de 300 cárceles. Así fue como por orden del funcionario nos reunimos con el Dr. Romero; en ese momento yo estaba como Director Gral. de régimen de personas privadas de la libertad en cuanto a su tratamiento, no a su seguridad… nos pareció formidable!

Su objetivo es la capacitación de personas privadas de la libertad en el adiestramiento de perros de servicio para asistir a personas con discapacidad motriz, buscando reducir los niveles de conflictividad, evitar la reincidencia, mejorar la integración social y educativa, y favorecer la reinserción social. Finalmente Pauline Quinn cuando vino al congreso visitó una de nuestras cárceles. Ése fue el punto de partida para el inicio del programa en el 2010, y como vimos que funcionaba bien, lo lanzamos oficialmente en el 2011 en la Unidad 19 de varones adultos. El programa funciona también en Marcos Paz, con jóvenes adultos varones de 18 a 21 y en la Unidad 31 de mujeres, en la sección de extranjeras.

¿Cómo deciden las personas privadas de la libertad incorporarse al programa?

JC: En una ronda general se les da toda la información, ellos en forma voluntaria se anotan, se les hace una entrevista y una calificación. Luego recibimos nosotros la información de quienes serían las personas que estarían en condiciones de incorporarse al programa por su baja conflictividad y por su real intención de trabajar con los perros, sin importar el delito que cometieron.

¿El programa es igual al de Pauline?

JC: No, el de ella es una ONG, las personas que trabajan son voluntarias y los ingresos son por donaciones de empresas. Acá el Estado Nacional incorporó el programa manteniendo la técnica y el objetivo de Pauline pero la administración es del Servicio Penitenciario Federal, quien compra los animales, se ocupa del mantenimiento veterinario y contrata un equipo interdisciplinario para llevarlo adelante.

En nombre del equipo “Huellas de Esperanza” quiero destacar la excelente interrelación que tenemos con los funcionarios penitenciarios de los establecimientos en donde se desarrolla el programa; permitiéndonos tener mejores resultados en el trabajo que realizan las personas privadas de la Libertad. Además agradecer el apoyo recibido desde las autoridades de la conducción institucional, especialmente del Director Nacional el Dr. Emiliano Blanco, como del actual Subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios Dr. Juan Bautista Mahiques, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; quien en un eventos de entrega de canes a dos menores comentó: “Desde que estoy en la gestión este es sin dudas uno de los momentos más gratificantes que me tocó asistir. Desde el Ministerio de Justicia y, por supuesto, la Subsecretaría que tengo a cargo seguiremos apoyando estos programas que hacen tanto bien a la sociedad y que vinculan al Servicio Penitenciario Federal con la sociedad civil”

 ¿Cómo es el proceso desde que llega el perro hasta que se lo entrega?

JC: Los internos tienen el perro a su cuidado desde que se lo damos, previamente se los capacita en las técnicas de adiestramiento que luego aplicarán en el animal bajo la supervisión diaria de los especialistas.
El trabajo con la psicóloga para el desprendimiento es fundamental. Se instrumentó una rotación del animal cada tres meses para minimizar el impacto de la entrega y para que el animal no responda solo a una persona.
Todos participan en el recibimiento del beneficiario, el cual se encuentra en una transición, hasta que se le entrega el perro. Hoy por ejemplo está presente Sofía Mugica futura usuaria con Tommy su futuro perro, que están en etapa de acoplamiento.
La conexión que se genera entre los beneficiarios y las internas, es tremenda, porque son ellas las que les presentan al animal, contándoles sus gustos y preferencias y viendo qué necesitan que el perro haga para ayudarlos mejor. Son charlas muy enriquecedoras.
En esta última etapa ven el trabajo final y si bien sienten dolor por la separación, se dan cuenta del beneficio y utilidad de lo que hicieron y se alegran muchísimo. Además nunca pierden el contacto, porque nosotros les informamos todo el tiempo de los progresos que vemos en los controles, les mostramos fotos, ven que el perro está muy bien.
Lo que también les sirvió mucho es participar de la entrega, cada vez que esto sucede se hace un acto formal, para darle la relevancia que se merece y las hacemos participar. Una vez una de las chicas me dijo: – “ Ahora entiendo bien qué es lo que estoy haciendo”

Y luego de la entrega ¿se pierde el contacto con el perro?

Ma. Laura (trabajadora social): Este un proceso dinámico que nunca se termina, nunca perdemos el contacto con el usuario y con en el animal.
El control a domicilio lo hacemos los adiestradores, el veterinario y yo, según se necesite de acuerdo a la etapa de la adaptación. Al principio dos veces por semana, y se van espaciando hasta que llegamos a dos veces por año. Cuando el perro ya está totalmente adaptado y super trabajado, vamos cada dos años a visitar a cada dupla.
El contacto con el perro no termina nunca, no se lo regala, se da en comodato, es propiedad del Servicio Penitenciario, el contrato es de por vida.

¿Cómo es la elección de los perros y de los beneficiarios?

JC: Se trata de elegir perros de criaderos que no tengan ningún problema de salud, tarea que es muy difícil, en general Labradores. Es una raza con talla mediana – grande que se adapta perfectamente a las necesidades de los discapacitados.
También tenemos algunos perros donados.

ML: Las familias beneficiarias generalmente llegan por conexiones, cuando las conocemos evaluamos su aptitud para recibir un perro, y les elegimos el que nos parece mejor para ellos tratando de armar la mejor dupla.

¿Cúal es el beneficio del programa para los internos?

JC: La actividad y la contención del equipo que está permanentemente presente, escuchando, asesorando y apoyando profesionalmente a las internas, desciende drásticamente la conflictividad y la violencia.
Lo más natural con la privación de la libertad son los conflictos por la convivencia. En estos 6 años en 82 personas que ya pasaron por el programa no hubo ningún conflicto. Y también el índice de reincidencia delictiva descendió a un 0,012%.
Sabemos que dos de ellos consiguieron trabajo en Protenencia, a través del Dr.Romero, uno de ellos dejó, el otro se destaca como auxiliar veterinario y consiguió una beca de estudio en la UBA en la carrera de adiestramiento.
Este trabajo es muy rico para los internos, les da algo que hacer, mantienen la cabeza ocupada con un propósito, los ayuda a relacionarse, a trabajar en equipo con un fin común. Tienen que entenderse y ponerse de acuerdo para enseñarle lo mismo a los perros y poder continuar con la tarea que se venía haciendo en los traspasos.
Estamos viendo de llevar el programa a un complejo de máxima seguridad e implementarlo en pabellones de alta conflictividad como tratamiento para mejorar la convivencia. No sacaremos inicialmente perros de servicio, pero si adiestrar mestizos para perros de compañía.

¿Cómo es para Uds. este trabajo?

Todo el equipo aporta: Nosotros trabajamos con dos grupos de personas muy vulnerables, y sentimos un gran compromiso con ambos. Las personas privadas de la libertad necesitan que les demos todas las herramientas para que puedan volver a la sociedad, ¡si no lo logramos estamos en problemas! Las personas discapacitadas, por su dificultad, también son muy vulnerables y necesitan ayuda para ir avanzando a pesar de las complicaciones de su discapacidad. Cada uno de nosotros estrechó lazos con un usuario diferente y sin querer, de manera natural, empezamos a compartir sus vidas, siendo parte del círculo íntimo de esa persona, y generando un compromiso que va más allá de la relación laboral. Le ponemos el alma.

¿Por qué eligieron este programa?

Aprovechando que está Sofía Mugica (beneficiaria) con Tomy presentes, charlamos sobre la separación, y todas coinciden en los sentimientos contradictorios. Se encariñan con el animal y se lamentan por lo rápido que pasa la preparación. Tristeza y alegría conviven en ellas, saben que lograron el objetivo para una buena causa y que el perro va a estar en buenas manos. Sofía realmente lo necesita y Tommy va a tener una familia afuera que lo va a cuidar muy bien.

Les preguntamos si alguna piensa ser adiestradora cuando esté en libertad, dudan un poco, algunas dicen que no, otra piensa que quizás sí, si se le da la oportunidad y SE (francesa) piensa que le gustaría implementar algo así en su país cuando vuelva. Les pedimos que nos muestren lo que están trabajando y se muestran muy entusiasmadas. Los perros las guían en la silla de ruedas, abren y cierran puertas, recogen objetos que se caen al piso, prenden y apagan la luz, les quitan las medias y las ayudan a sacarse la campera. Todas estas destrezas se acomodan después a las necesidades de la persona a quien se entrega. Entre charlas y risas, con el orgullo de saber que están haciendo algo bueno e importante, no paran de repetir que el programa las hace felices y las ayuda a olvidar todo lo que las entristece.

DIFUNDIR ESTE PROGRAMA ES RESPONSABILIDAD DE TODOS, Y NOSOTRAS VAMOS A PONER TODO LO QUE SEA NECESARIO PARA LOGRARLO!!

URBAN PETS

Noelia Gomez – Adiestradora Canina UBA. (Con Paz, Labradora negra)
Sofia Mugica – Futura Usuaria (Con su futuro perro Tomy, Labrador Dorado)
Sofía García – Adiestradora Canina UBA. (Con Eva, Labradora negra)
Ma. Laura Pérez Arnaudo – Trabajadora Social (Con Dino Labrador negro)
Julio Cepeda – Coordinador del Programa
Bernardo Gonzalo – Adiestrador Canino UBA. (Con Fidel, Bretón)
Paola Cuquetti - Fotógrafa y Logística Gral.
Gabriela Tomero – Adiestradora Canina UBA. (Con la perra mestiza Tana)