Fue víctima, como muchos otros perros, de los fuegos artificiales. No es el primero que se asusta más de lo normal y sale corriendo desesperado buscando un lugar más tranquilo, perdiendo el rumbo y, finalmente, a su familia. Otros ladran toda la noche o se esconden temblando en la bañera o debajo de la cama.
Si bien la mayoría de los animales no sufre demasiado los ruidos de los fuegos artificiales y petardos, hay algunos que se alteran mucho y es en estos casos, administrarles un tranquilizante, puede ser de mucha utilidad. Estos medicamentos son bastante inocuos y de venta libre en cualquier veterinaria, pero hay algunos datos que son interesantes de saber y tener en cuenta:
El tranquilizante más usado es una droga llamada Acepromacina maleato (Acedan, Acetazine, Sedagotas, Promafine). Su efecto lo produce mediante depresión del sistema nervioso central. Esta depresión les provoca un estado de relajación e indiferencia con respecto al entorno, y es lo que hace que no tenga la respuesta exagerada frente a los ruidos de los fuegos artificiales o de cualquier otro estímulo fuerte.
La Acepromacina, además de ser depresora, es hipo-tensora, es decir, disminuye la presión arterial. Por esta razón, está contraindicada en animales cardiópatas o hipotensos, que no tienen el organismo en condiciones de contrarrestar dicha hipotensión. Otro efecto de esta droga es que disminuye el umbral de las convulsiones, por lo que tampoco puede usarse en perros convulsivos. Salvo estas dos excepciones, se puede usar de manera segura en animales sanos.
Como toda droga tranquilizante, las dosis necesarias y los efectos logrados son diferentes para cada animal. Además, las requeridas para las fiestas son menores que las indicadas en el prospecto, por eso es importante preguntar al veterinario cuál es la ideal para la mascota. Esto es de especial importancia en las razas gigantes, como también para los braquicefálicos, que son aquellos de trompa corta, como el boxer, el bull dog, gato persa, etc. Ellos son muy sensibles a esta droga y las dosis requeridas son muchos más bajas que para las otras razas.
La Acepromacina tarda entre 15 y 30 minutos en hacer efecto, y dura entre 3 y 6 horas, (un poco más en animales con insuficiencia hepática o renal.) Por esto se recomienda administrarla por lo menos dos horas antes de las 12 de la noche, y no una vez que ya empezaron los fuegos artificiales y el animal ya está nervioso.
A pesar de no ser partícipe del uso indiscriminado de tranquilizantes, si tenemos en cuenta en qué casos es conveniente usarlos, sus contraindicaciones, las dosis indicadas, nos aseguraremos que tanto los dueños como las mascotas pasemos unas felices fiestas.

Alexia Matzuranis
Médica Veterinaria

Alexia Matzuranis

Médica veterinaria clinicalavete@yahoo.com.ar