Todos conocemos la costumbre de los animales de masticar plantas, ya sea por la característica que tienen de explorar y jugar con la boca, por aburrimiento o por necesidad de purgarse cuando sienten molestias gastrointestinales. Esta costumbre es normal, pero hay que tener en cuenta que muchas de las plantas que encuentran a su alcance poseen sustancias que son tóxicas y pueden afectar su salud.
Estas intoxicaciones no ocurren solo en mascotas, sino también en niños y bebés.
El 5% de las intoxicaciones en niños del Hospital Ricardo Gutiérrez son por consumo de plantas ornamentales.
No siempre que ingieren una planta de estas características se van a intoxicar, todo depende de la parte de la planta ingerida, de la cantidad de la misma y de la susceptibilidad propia del animal. Y según cada caso, pueden presentar signos leves como decaimiento, salivación, vómitos y/o diarreas, o signos más graves como ardor en la boca, alteración en la deglución, disfonía, edema de lengua y glotis, gastroenteritis hemorrágica, alteraciones neurológicas y/o cardio respiratorias, colapso y en el peor de los casos, muerte.