“Chicha”es mi perra, una perra salchicha de 10 años. Es muy especial, en casa es buenísima, fiel y leal con nosotros como nadie. Convive con los chicos desde que nació, es una madraza. En la calle es super obediente, parece adiestrada. Camina a mi lado, se detiene cuando me detengo, al llegar a la calle espera mi “vamos” para cruzarla. Con los demás perros es muy sociable, le gusta parar y hacer ese ritual de olfateos y vueltas que les encanta a los caninos. Su única limitación es que no le gusta que la gente la toque. No sé si la asusta, si me quiere proteger o simplemente ¡no le gusta! Así conocí el proyecto perro amarillo.

El Proyecto PERRO AMARILLO (Yellow Dog Project/www.theyellowdogproject.com) es una organización a nivel mundial que busca educar y hacer consciencia entre el público y dueños de perros a identificar -por medio de una cinta amarilla amarrada a la correa- a los perros que requieren un poco más de espacio. La cosa es sencilla. ¿Tu perro está permanente o temporalmente en esa situación? Pues, ponés un lazo amarillo en su correa para advertir a los demás que no quiere que lo toquen. Es una muy buena idea que cuanto más se difunda más útil será. Esto no quiere decir que un perro con una cinta amarilla sea malo o agresivo.

Existen muchas razones por la cuál un perro la lleve en su correa, tales cómo:

Problemas de salud
Rehabilitación
Fue adoptado recientemente
Sufrió maltrato
Es miedoso/nervioso/inseguro
No es muy sociable
Es joven/se emociona muy rápido
Es mayor/está cansado
No le caen bien los niños/otros perros
Está en adiestramiento