CARDIOLOGÍA VETERINARIA

Día a día, lo métodos diagnósticos, los tratamientos y el manejo general de las patologías, van mejorando, permitiendo que esos amados y especiales seres que nos acompañan, tengan una mejor expectativa y calidad de vida.

A la consulta cardiológica diaria, aparte de pacientes con enfermedades que complican la vida diaria de nuestros animales, también acuden propietarios responsables que se interesan por la prevención de situaciones de las cuales no se pueden volver.
En ocasiones veo en las calles “deportistas” en sus bicicletas, escuchando música mientras pedalean, acompañados de sus fieles amigos de cuatro patas, sin casi poder respirar estos últimos, y siento entre pena y preocupación, porque sé que en la mayoría de las ocasiones, la persona que los lleva considera que está haciendo algo bueno por ellos, sin saber, que posiblemente este animalito padezca de una dolencia que le contraindica este tipo de actividad.
Afortunadamente hoy día, la medicina veterinaria ha avanzado muchísimo, la sociedad es más consciente y la industria farmacéutica viene desarrollando nuevos medicamentos que mejoran el panorama en general.

En esta ocasión vamos hablar de lineamientos básicos previos a someter a nuestro amigo cuadrúpedo a sesiones exhaustivas de ejercicio:

Tendríamos que considerar el tipo de perro, ya que determinadas razas están predispuestas a sufrir patologías cardíacas congénitas, otras por su fisionomía no están desarrolladas para realizar actividades con demasiada demanda, como es el caso de los bulldogs, que desafortunadamente al estar de moda, es “cool” salir a andar en rollers con el pequeńo ”Tommy” quien no está diseñado para nada de esto (tiene una caja torácica enorme en relación al diámetros de su tráquea y aparte no tiene nariz!!!! sin tener en cuenta que además están predispuestos a padecer de estenosis pulmonar: una enfermedad que afecta la apertura de una de las válvulas cardíacas del lado derecho implicada en la circulación respiratoria, entre otras).

Es importante tener en cuenta el factor ambiental ya que en días o ambientes muy calurosos el pobre “Tommy” no va a poder regular la presión y va a estar más fatigado que de costumbre, poniendo incluso en riesgo su vida, ya que su sistema puede colapsar.

Es diferente cuando pretendo que mi perro salga a correr ocasionalmente a pretender que entrene conmigo para una maratón. Nuestros perros siempre nos van a seguir, pero no son conscientes que una actividad intensa los puede llevar a un final muy triste y no deseado. Por lo tanto, la sugerencia principal es llevarlo a su médico veterinario de cabecera, quien nunca expondrá a nuestro perro a una situación peligrosa. El clínico veterinario realizará un chequeo general en donde apreciara el color de las mucosas visibles, el tipo de pulso, la frecuencia respiratoria, los sonidos cardíacos, la frecuencia cardíaca, el ritmo de esta frecuencia entre otra serie de preguntas que te hará para obtener un panorama general de la salud de nuestro perro.

Si lo que pretendemos es entrenar un canino para hacer una actividad con mayor demanda, tendríamos que apoyarnos en análisis complementarios como análisis de sangre, radiografías, electrocardiogramas y ecocardiografías, para disminuir el riesgo de dar un apto físico a un perro que no está en condiciones (como sería si el “papá” de Tommy quiere ingresar a un gimnasio).
Las actividades explosivas especialmente tienden a realizar cambios bruscos de la frecuencia cardiaca con la subsecuente alteración de la contracción y relajación del corazón, determinando de esta manera la buena o mala función de la bomba cardíaca.
Y si “tommy” padece una afección cardiaca?….
Si encontramos durante una revisión de rutina que los sonidos y el ritmo cardíaco de tommy no son normales, tendrá que ver un especialista quien realizará los chequeos correspondiente para dar un diagnóstico y si es necesario un tratamiento. No obstante, esto no es una sentencia a quedarse aburrido todo el día mirando la tele! Si determinamos que es seguro, Tommy podrá dar paseos controlados en horarios establecidos, ya que es importante que continua realizando actividad física, no solo por su corazón, sino por sus demás órganos y bienestar mental, pero Tommy, olvídate del maratón y de acompañar a tu humano a andar en rollers/bici.

Cuando nuestro fiel amigo ya entrado en años empieza a dormir más, a no querer salir de casa, tenemos que estimularlo para que realice actividad física, sin abusar de nuestras buenas intenciones. Se ha demostrado que la actividad física mejora notoriamente el sistema cardiovascular, sin embargo, debemos tener claro cuál es el límite que debemos alcanzar.
Una buena forma de empezar es realizar caminatas cortas cerca de casa, llevándolo al ritmo que él quiera, ofreciéndonos un grato momento de compañía y meditación (tenemos que ir muy despacio así que hazte a la idea que vas a dedicar unos minutos de tu preciado tiempo, a este ser que dedicó toda su vida a alegrarse cuando tu llegabas cansado a casa…) en la medida que vayan pasando los días podemos alargar un poco el tiempo o mejor aún, la frecuencia de estas salidas.