Obviamente, esto también es válido para los felinos domésticos, pero en esta especie la vejez es alcanzada un poco más tarde ya que la expectativa de vida de los gatos es mayor que la de los caninos domésticos. La atención veterinaria de las mascotas gerontes es en extremo importante. Así como el vínculo familiar con el animal aumenta con los años, también lo hace el número de problemas clínicos que demandan presencia profesional. Con el paso del tiempo los perros empiezan a presentar problemas en sus articulaciones, como la artrosis y la artritis, que pueden imposibilitarlos para moverse por el dolor que les producen
¿Qué es la artritis?
La artritis es la inflamación de la articulación, que produce dolor y por lo tanto impide a quien la padece el uso normal de las extremidades.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis canina se caracteriza por una destrucción progresiva del cartílago articular y por una proliferación ósea anormal en el borde de las superficies articulares, a los que llamamos osteofitos.Las articulaciones afectadas pierden elasticidad, provocan dolor e impiden que el animal se mueva con normalidad.
Tener en cuenta que si bien esta enfermedad es común de la vejez, también aparece en articulaciones que han sufrido algún trauma o patología, sin importar la edad del animal. Por lo que el control de su aparición y su sintomatología debe hacerse en cualquier etapa de la vida de nuestras mascotas.
Siempre hay que tener en cuenta los cambios de actitud y los signos que nos demuestran nuestras mascotas. El principal signo a tener en cuenta y que hay que identificar prontamente es el dolor. Si el animal se lame continuamente una zona es que le duele, si cojea o mantiene elevado un miembro también es signo de dolor. Estos síntomas suelen manifestarse sobre todo “en frío”, cuando el perro se levanta y se pone en marcha después de permanecer durante mucho tiempo inmóvil.
El dolor incita al animal a evitar el apoyo sobre el miembro afectado y, al verse impedido, deja de correr, y por supuesto, de saltar y jugar.
En estas afecciones nuestras mascotas presentan pérdida de interés por el juego, dificultad al levantarse (mas que nada después de periodos de reposo prolongados), demuestran dificultad para subir y bajar escaleras, se emiten pequeños gemidos e incluso es posible que el animal se muestre irascible y tienda a presentar agresividad cuando intentamos manipular la articulación afectada.
Los lugares más comunes de aparición de artrosis: son cuello, espalda, cadera, y miembros (hombros, codos y rodillas).
1) Reducir el dolor es lo primordial:
-Para la artrosis se recomienda: la aplicación de calor promueve aporte de sangre a la zona, disminuye el dolor y el espasmo muscular. Se puede aplicar calor con almohadillas térmicas, bolsas de semillas, gel apto microondas, secador de pelo o hasta baños de agua. El calor se aplica por periodos de 10 a 15 min dos o tres veces por día.
-Para la artritis, se recomienda poner frio (gel pack) en las articulaciones afectadas, una o dos veces por día, por periodos de 10 a 15 min y principalmente después del ejercicio o paseos, para ayudar a disminuir la inflamación producida por el movimiento y prevenir dolores.
El sobrepeso empeora los signos de artrosis ya que sus articulaciones deben soportar más peso y esto ayuda a aumentar el deterioro óseo y aumenta el grado de inflamación. Comenzar con dietas controladas y guiadas por un veterinario y luego mantener un peso saludable.
hay alimentos y medicamentos complementarios que ayudan a reparar articulaciones y evitar mayor deterioro. Siempre que se dé un alimento medicado o medicación se debe consultar a un profesional, ya que no todos los animales pueden consumirlas.
Actividad controlada (caminatas y paseos), solo si no hay dolor.
La falta de actividad hace que la artrosis progrese más rápido y conlleva a un deterioro importante de la musculatura que rodea a la articulación. Como consecuencia, la zona enferma empieza a atrofiarse, con lo que cada vez se complica más su utilización.
Siempre se debe controlar la cantidad e intensidad de los ejercicios o paseos, ya que si nos excedemos podemos agravar la situación y el dolor.
Como parámetro yo siempre recomiendo, que la mascota al volver del paseo, debe quedarse con más ganas de salir. El incremento de la actividad física debe ser progresivo y lento. Muchas veces ellos no nos demuestran cansancio y dolor, por lo que uno no debe confiarse.
Lo ideal es ir agregando de a media o una cuadra, según lo que camine normalmente nuestra mascota, cada 5 a 7 días
Hay que tener en cuenta algunas situaciones que pueden influir negativamente en los animales gerontes, como la estación del año (duele más en climas fríos), la temperatura del hogar y la cama donde duerme.
La permanencia prolongada en lugares extremadamente fríos puede quebrar los mecanismos de regulación térmica de perros y gatos sanos. En los cachorros y perros gerontes es donde se observa una mayor sensibilidad a las bajas temperaturas debido a deficiencias en la regulación térmica, con lo cual inclusive, la exposición al frío por breves período puede dañar al animal.
Mantener al animal en ambientes cálidos, en invierno lo ideal es que a la hora de dormir estén cerca de estufas o al reparo, y nunca sobre el piso directamente.
Las camas deben ser semi blandas, lo ideal es una colchoneta, ya que colchones o almohadones muy mullidos no benefician su postura y les cuesta más levantarse de ellos.
Se recomienda que no realicen movimientos bruscos, no subir escaleras, ni subirse a superficies altas como camas o sillones.
Si salen a jugar con otros perros, los juegos deben ser controlados, para que no salten o jueguen brusco.
Es ideal como tratamiento del dolor y para fortalecer la musculatura. Ayuda en tratamientos crónicos ya que permite reducir o hasta anular el uso de medicación, que a la larga alteran y afectan los órganos principales.
Con electroanalgesia se puede tratar el dolor, logrando un mejor estado de ánimo y ayudando a que el animal vuelva a moverse con normalidad.
Con electroestimulación podemos fortalecer la musculatura que se vio atrofiada por el desuso, dando mayor fuerza al animal para soportar su enfermedad.
También se incorporan tratamientos de magneto, láser y ultrasonido entre otros. Y estas terapias eléctricas se combinan con terapias físicas, ejercicios con esferas, masoterapia y estiramientos.
Estos métodos son paliativos, no curativos, pero ayudan mucho para una mejor calidad de vida; pueden implementarse para ayudar a su mascota, sin dejar nunca de lado la atención veterinaria.
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