El Golden Retriever, o Cobrador Dorado como se lo conoce comúnmente, es de origen inglés.
Los primeros registros encontrados datan aproximadamente de 1610; podemos decir entonces, que esta raza posee una larga historia compartida con nuestra sociedad.
Hay registros o imágenes que llamarían nuestra atención por la similitud y el funcionamiento de aquellos perros con los Golden que hoy conocemos. Existen grabados de perros dorados de principios del siglo XVI, con el mismo tipo de pelo y un fenotipo físico similar a los Golden actuales, que nos dan
una idea aproximada de los comienzos de la raza como tal y nos muestran imágenes de un compañero insustituible y cazador nato (cobrador de presas de agua). Se puede decir, sin equívoco alguno, que esos incansables cazadores de jornada completa son los ancestros del Golden de hoy.
El tener mas de 400 años junto a nosotros no es un dato muy común para muchas de las razas (no primitivas) que nos acompañan en la sociedad moderna. Y para que esta circunstancia se dé, se requiere de muchos factores -la mayoría de ellos no fortuitos- que forman parte de las condiciones zootécnicas que poseen desde el comienzo y que se desarrollaron y transmitieron como información genética de generación en generación. Muchas veces nos preguntamos los motivos verdaderos que posibilitaron que esta raza siguiera presente entre nosotros y la respuesta es, al menos, amplia.
Podríamos argumentar que el Golden Retriever es un perro de talla media para grande, elegante y rotundo en su fortaleza física y con una belleza que deslumbra, y que esta condición de belleza lo transforma en un perro atractivo; que su predisposición y capacidad de trabajo como perro cobrador, entrando y saliendo del agua con espíritu incansable para buscar su presa (su verdadera función) lo ha hecho imprescindible para todo ferviente cazador; que sabemos fehacientemente que su inteligencia media esta por encima de las demás razas; que es alegre, equilibrado, dulce y tranquilo en el hogar; que posee como condición innata una capacidad de adaptación única a todo lo que lo rodea.
Seguramente la suma de estos factores propios de la raza son los que generaron las condiciones para ser insustituible en muchos aspectos a lo largo del tiempo.
También reúne todas las condiciones para ser un compañero de situaciones extremas: lazarillo por excelencia, es además un gran perro de asistencia y de terapia; y es muy utilizado como perro de rescate y salvataje en grandes catástrofes. Su aporte en todas estas funciones sociales es, a esta altura, casi imprescindible para nuestra sociedad moderna.Un todo terreno de corazón sin igual, un grande con mirada de chico.¿Es entonces por todo esto que caminó a nuestro lado durante tanto tiempo?
Seguramente la respuesta es SI, pero… hay algo que va mas allá de todo, y es la capacidad que tiene de brindarse completamente por voluntad propia, de compartir su alegría a través del vínculo emocional que necesita para seguir desarrollándose y creciendo junto a nosotros. Es ésta seguramente la piedra fundamental de su belleza, y de su resistencia y de su fortaleza para todo tipo de trabajo. Es desde éste lugar que saca fuerzas para ser incansable, y es esta capacidad, y no otra, lo que ha hecho del Golden una raza imprescindible para nuestra sociedad en los últimos 400 años. Se nota en su mirada y en su expresión, su voluntad de dar. La misma mirada y expresión, y la misma necesidad de brindarse que se advierte en aquellos grabados del siglo XVI y que lo distinguen como raza hasta hoy.
Para resumirlo de alguna forma, El Golden Retriever, o Cobrador Dorado, el que encontramos en aquellos grabados ingleses acompañando a sus amos hace más de 400 años, es esencialmente el mismo que hoy encontramos en muchos hogares. Un todo terreno de corazón sin igual, un grande con mirada de chico.
Alberto Ferrari
Professional Handler - Dog Show Kennel