Al llegar un gato a casa por primera vez, tenga la edad que tenga, debemos acomodarlo en una única habitación con la puerta cerrada. Para el gato será mucho más fácil adaptarse y será mucho menos estresante que si lo dejamos desde el primer momento suelto por la casa, situación en la cual seguramente el gato se esconda en el primer sitio que encuentre, pudiendo pasar días escondido. El motivo es que el gato necesita sus feromonas para sentir que está en su territorio y con su grupo social. Nuestra casa no tiene aún sus feromonas y el gato no tiene ninguna referencia todavía que le dé seguridad, por tanto si lo soltamos en un espacio abierto desconocido para él, se asustará. Para evitar esto, colocaremos todos los elementos imprescindibles en una habitación poco ruidosa y tranquila. Tras unos días, pueden ser uno, dos, una semana, dependerá de cada gato, ya se habrá adaptado a este lugar tomándolo como referencia segura y si vemos que está tranquilo y con ganas de curiosear, le abriremos la puerta y le dejaremos salir a explorar el resto de la casa. Este lugar de seguridad que hemos creado es muy importante para el gato, pues ante cualquier susto que tenga, siempre sabrá dónde volver para sentirse seguro, será su punto de partida y retorno. De lo contrario, si el gato se asusta, correrá sin rumbo hasta encontrar un lugar a veces inaccesible para nosotros donde esconderse, lo que le generará más estrés.
¿Cómo adaptamos el ambiente?
Antes de la llegada de un gato a nuestro hogar, tenemos que conocer sus necesidades y cómo debemos ambientar nuestra casa para él. El gato conserva sus instintos de reproducción, territorialidad, caza y marcaje, es por ello que debemos tenerlo en cuenta para proporcionar ciertos elementos que sustituyan a los naturales, para evitar que surjan problemas de comportamiento derivados de la falta de actividad o de lugares de marcaje
¿Qué elementos necesitamos?
• Comederos y bebederos: esta zona debe estar lo más lejos posible de las bandejas sanitarias (mínimo un metro en el momento de la adaptación). Si nuestra casa es muy grande o tiene varias plantas, debemos poner un bebedero por planta, o un par de bebederos, y por supuesto el agua hay que cambiarla con frecuencia para que esté fresca y limpia. A los gatos no les gusta el agua sucia o estancada. Sobre la comida, lo ideal es que el propio gato se administre, es por ello que se recomienda llenar su comedero a diario. Normalmente se suelen poner en la cocina.
• Las bandejas sanitarias: puede ser una grande o dos. Siempre separadas de los comederos, mínimo a un metro de distancia. El lugar donde colocar la bandeja de arena es muy importante, debe ser un lugar poco transitado y lejos de ruidos (lejos de ventanas, lavadoras, la entrada de casa, etc.). La recomendación con respecto a la cantidad de bandejas es que sea una más con respecto a la cantidad de gatos que tengas. Importante: debemos retirar las heces a diario y cambiar por completo la bandeja sanitaria una vez por semana.
¿Como podemos enriquecer el ambiente?
- Al menos un rascador grande con varias plataformas. Los gatos necesitan dejar sus feromonas en muchos lugares, y uno de ellos en estado natural suelen ser los troncos de los árboles o superficies verticales rígidas y con surcos. Son señales visuales y olfativas para otros gatos, además de afilarse las uñas también. En su defecto, el gato afilará sus uñas en otras superficies, que suelen ser nuestros sofás y resto de mobiliario. Es importante saber que donde el gato marca con sus uñas es en la zona de vida social, en nuestra casa esta zona es donde el gato hace más vida con nosotros, donde pasamos más tiempo.
-El gato necesita subir a distintas alturas, es una buena idea poner estantes en la pared a distintas alturas para que el gato pueda subir y dormir sobre ellas, darse paseos en las alturas, incluso tener un comedero en alto. El gato se siente mucho más seguro en las alturas, sobre todo si hay otros animales o niños que les agobian.
-El gato necesita desarrollar sus habilidades de caza, siendo un gato doméstico alimentado, lo hará en forma de juego y tenemos que atender a sus demandas de actividad. Jamás debemos jugar con nuestras manos, pies ni ninguna parte de nuestro cuerpo, siempre debemos tener juguetes y no necesariamente comprados: pelotas de papel de aluminio, hojas de árboles secas, cajas de cartón con agujeros, un bol con agua y cositas flotando… si ponemos al gato elementos nuevos como juego lo agradecerá y pasará mucho tiempo jugando. En petshops podemos encontrar una gran gama juguetes para ellos.
-Mucho cuidado con las ventanas. Si vivimos en un departamento, debemos tener especial cuidado, si queremos tener las ventanas abiertas debemos antes poner una red o malla protectora, pues nuestro gato querrá asomarse y corre el peligro de caerse. Es imprescindible que nuestro hogar sea seguro.
¿Cómo nos relacionamos con el gato al llegar?
Sobre todo al principio cuando el gato acaba de llegar a casa, nuestra relación con él ha de ser muy calmada y comprensiva. Cuando llega ya debemos tenerle preparado su lugar. Si el gato está muy asustado, intentaremos entrar con mucha calma en la habitación y le ofreceremos comida o juego, sin forzarle. No hace falta que le acariciemos ni cojamos en brazos con la intención de que se sienta seguro, pues muchas veces eso es lo que le genera inseguridad. Dejaremos que sea el gato siempre el que se acerque a nosotros y quien lleve el ritmo de nuestra relación.
Si hay otros animales en casa, mientras el gato esté en el Lugar seguro no dejaremos que se vean. El gato es un animal muy territorial e intolerante con otros gatos, y las presentaciones en un entorno cerrado con otros animales han de ser graduales y con medidas de seguridad. Lo más importante al principio es que el gato se adapte bien a su Lugar seguro y cuando lo veamos tranquilo y contento, podemos comenzar estas presentaciones graduales e interactuar más nosotros con él.
Hay momentos para descansar en los que el gato debe permanecer tranquilo, y momentos para jugar, donde enseñaremos a los niños a cómo jugar con el gato. Estos juegos deben ser con juguetes, nunca con las manos ni los pies. Los juegos tipo caña de pescar son ideales para los niños, pues pueden mover el juguete y se divertirán mucho junto al gato. Cuando el gato esté dormido, podemos enseñar al niño que ese momento es para movernos en silencio y quizás darle una caricia suave. Los niños que se crían con animales aprenden a ser más sociables y sobre todo, el respeto por los demás. También hay estudios que indican que crean mayores defensas niños criados con mascotas.
Florencia Belenguer
flor@florbelenguer.com.ar
FB: florbelenguer
Maria Eugenia Manera
Criadero de gatos raza Bengal "Le Zampe Katze”