Perros sueltos en el museo: primera exposición de arte pet friendly

“¿Este museo le gusta a los perros y por eso vamos con Nina?” Pregunta Agustín (5) mientras nos dirigimos al Museo Nacional de Arte Decorativo con cuatro integrantes del elenco canino del Proyecto Salta Violeta. Conteniendo la risa, le explicamos que llevamos a Nina porque por primera vez en Argentina se organizó una exposición de arte “pet friendly”, que quiere decir que la pueden visitar las familias acompañadas de sus perros. “Eso es una buena idea”, dijo Agustín. Y en eso estamos muy de acuerdo.

Perros Sueltos en el Museo es el nombre de la muestra, que reúne porcelanas, esculturas y fotografías, todas ellas con el perro como tema central. Permaneció abierta desde el 10 de enero, seguirá hasta el próximo 18 de marzo, y se puede visitar acompañado de un perro por persona. Eso sí, se llama Perros Sueltos pero los perros de verdad tienen que ir con collar y correa… ¡y con identificación, como siempre!.

La muestra presenta la colección de 230 piezas de porcelana, esculturas animalistas que representan perros de raza. Las bellísimas estatuillas fueron donadas por al museo por la familia Rodriguez Pividal. Se agrupan en la muestra en conjuntos de Galgos, Dachshunds, Bulldogs, Collies, San Bernardo, Pugdogs, Terriers, Pequineses y conjuntos de cachorros y perros de caza. Como excelente complemento, la sala contigua presenta una colección de fotografías de perros de consagrados fotógrafos: Lucio Boschi, Eric Mencher, Marina Sersale y Uberto Gasche. La curaduría de la muestra estuvo a cargo de Hugo Pontoriero, director del museo, y fue auspiciada por la Fundación Zorba, cuya presidente, Isabel de Estrada, participó activamente en su organización.

Fue una visita que disfrutamos todos. Nos divertimos al ver la reacción de nuestros PERROS Peggy, Nina, Bliss y Nano ante un galgo bellamente esculpido en tamaño natural que nos recibió en la entrada de la muestra.

Intentamos encontrar posibles antepasados de cada perro de nuestro equipo entre las numerosas porcelanas y jugamos a votar nuestra favorita. Disfrutamos las bellas tomas fotográficas, y nos encontramos con otros aventureros acompañados de sus perros, todos ellos cumpliendo responsablemente con las normas del museo.
Esperamos que esta sea el primero de muchos proyectos culturales que se puedan disfrutar en compañía de nuestros amigos de cuatro patas. Son experiencias inolvidables, sobre todo para los más chicos. Como es el caso de Agustín y Nina, un niño y su perra, que fueron por primera vez a un museo, y pudieron hacerlo juntos.