Esta historia se remonta a septiembre del año 1918, durante la Primera Guerra Mundial. Lee Duncan, un soldado estadounidense, encontró una camada de cachorros de Ovejero Alemán en unas ruinas del campamento militar de Verdún, Francia. La madre y sus pequeños cachorros de tan sólo cinco días de vida, fueron los únicos perros sobrevivientes del bombardeo. Duncan se especializaba en entrenar perros para labores de policía. Se quedó con dos de aquellos cachorros, y los nombró Rin Tin Tin y Nannette, mientras que el batallón se hizo cargo del resto de los canes. El soldado llevaba siempre consigo los documentos que acreditaban que había pasado gran parte de su infancia en un orfanato, por lo que algo de la vida de aquellos ovejeros le recordaba a la suya,- “entraron en un lugar solitario de mi vida y pasaron a ser parte de mí”. Cuando la guerra finalizó, emprendió su viaje de regreso a California, con sus dos perros. Lamentablemente, Nannette enfermó durante el trayecto y murió poco después de llegar a los Estados Unidos. Una vez establecido en su país, Duncan empezó a llevar a su Ovejero a algunas exhibiciones de perros. Allí lo descubrieron y comenzó a participar de varias filmaciones que lo llevaron a trabajar en los estudios de Hollywood sin demasiado éxito. Un día en la filmación de una película pudo demostrar su talento resolviendo la escena en una sola toma. El film “Man from Hell’s River” fue un éxito, y el Ovejero logró ser contratado por la Warnes Brothers. Durante su vida como estrella de cine, Rin Tin Tin firmaba sus contratos dejando la huella de su pata. Protagonizó 22 películas y dos series, siendo “Where the North Begins”,con guión de Duncan,el film que lo llevó a la gran fama. Para tristeza de su fans, el flamante y reconocido Rin Tin Tin cerró sus ojos para siempre en 1932 , siendo el United Press el que dio la noticia:
Fue tanto su éxito, que luego de su muerte, se realizaron más películas con otros ovejeros que protagonizaban su personaje. Sus restos descansan, como corresponde a una mega estrella en el Cimetière des chiens en Paris Se han escrito numerosas biografías sobre su vida, siendo La vida y la leyenda, (Rin Tin Tin. The Life and the Legend)de Susan Orleans, la más completa. La obra fue destacada por The Washington Post: “una exploración conmovedora sobre el lazo permanente entre los humanos y los animales”.