Es que la agresión amigos míos es un instinto o pulsión inherente a los seres sociales y su manifestación no brota cual condición sine qua non solo por ser perro, necesita de estímulos externos que motiven su expresión y tratándose de un colectivo social que busca victimarios ideales para no profundizar las causas, el Pitbull es ideal y a la historia me remito:
Mi pasado me condena
En busca de temperamento y decisiones individuales, durante el siglo XIX, el hombre crea al Pitbull en las Islas Británicas con los cruces entre Bulldogs y Terriers. La idea era conseguir un atleta de buena mordida para poder competir por apuestas en los fosos de ratas.
Un origen de propósitos nefastos, una imagen poco conciliadora, un destino marcado desde antes de nacer.
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Javier Boracchia
Soy Psicólogo Social y Educador Canino, me dedico a la investigación y al tratamiento del vínculo entre el perro social y su entorno de convivencia en un proyecto de mi autoría llamado “El perro urbano”. Considero al perro como un sujeto social de vínculos estables y duraderos que comparte un ámbito de comunicación constante con el hombre, adaptando sus capacidades en un juego de participación funcional en donde influye y es influenciado en forma dinámica. Desde mis comienzos cubro el área de trabajos domiciliarios con un equipo de colaboradores formados en mis cursos, actualmente acabo de terminar mi primer libro.