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El perro urbano

EL PERRO URBANO

EL PERRO URBANO

"PLAY THE DOG GAME"
Muchas veces fui consultado por la conveniencia o no de promover juegos reglados con nuestros perros: ¿sí o no? o ¿qué tan bien le hace a un perro participar de competencias deportivas? y en verdad, es un tema tan controversial y con tantas interpretaciones que, sin ánimo a especular, una respuesta concreta debería analizar al individuo en cuestión y a la dupla en ejecución más que optar por una respuesta generalizada.
¿Está bien que un perro participe de actividades deportivas?

Y si usted amigo lector quiere saber cuáles serían dichas actividades, le paso una lista que quizá no tenga fin porque en cada país se renueva, en cada región se actualiza y en cada competencia se fijan nuevos estándares: hablamos de Agility, Canicross, Mushing, Freestyle o Dog dancing, Herding, Discdog, Rally Obedience, Dock jumping o Dock diving, Mantrailing, Drafting, Flyball, Körung, Test de Resistencia AD, Mensajería, Pulka Escandinava y Skijöring, OCI (Obediencia Clase Internacional), Habilidades caninas o Trickdogging, etc… etc…
Le pido entonces que, con la paciencia que caracteriza a un buen lector, utilice las cualidades de internet para ahondar en cada una de ellas, pero eso sí, después que lea esta columna para que tenga en cuenta ciertos parámetros que este humilde can urbano intentará esgrimir como lógicas de participación y circunstancias que creo, no coincidirían con el amor que supuestamente tenemos para con nuestro animal, y que irían en dirección opuesta con este tipo de acciones.
Mi opinión al respecto:
Siempre seré sincero con mis lectores, considero que es la herramienta fundamental que sostiene este puente maravilloso de constante comunicación y debo decirles que mi opinión fluctúa y no tengo una respuesta concreta, yo estaría a favor del deporte reglado con nuestro perro si:
1.- El parámetro esencial de que un perro sea partícipe de un deporte fuese la evaluación constante de saber si el animal lo disfruta o si es una cuestión de satisfacción unilateral de su guía.
2.- Si ese disfrute al animal le proporciona plena satisfacción de tener cubierta su actividad física y mental cotidiana.
3.- Si el plan de actividad y entrenamiento (si el caso lo amerita) fuese realizado con técnicas que no impliquen ni maltrato ni desborde emocional sin premisas establecidas ni contención.
Cuestiones a favor y en contra de practicar deportes con nuestro perro:
“La acción en conjunto entre guía y perro favorece la característica vincular con nuestro animal”.
Esto es cierto en la medida que la comunicación establecida entre ambos sea positiva y fluya en un ida y vuelta estable. Es decir, que para el perro la actividad sea grata y no represente agotamiento físico/psíquico/emocional, por lo tanto, ni estrés, ni daño colateral a futuro.
Muchas veces son tantas las ganas de superarse del guía que prescinde de chequear el estado de salud de su animal, como tampoco toma en cuenta si es el perro indicado para dicha actividad.
Preguntas a tener en cuenta para iniciar un deporte con tu animal
A) ¿Está en la edad correcta para hacerlo?
La falta de información de las aptitudes de un animal puede provocar severos traumas en el individuo.
B) ¿Tiene mi perro el fenotipo (aspecto externo, raza acorde) para realizar esta actividad?
He visto animales sometidos a prácticas que en su origen (las razas fueron hechas por el hombre para trabajos determinados) no han sido contempladas: ejemplo: no haría saltar vallas a perros con extremidades cortas, un Dachshund (Salchicha), ya que suelen tener problemas en las articulaciones de sus caderas o rodillas.
C) ¿Te pusiste a pensar cuánto incide el factor “clima” para organizar una competencia canina?
Muchas personas dejan de ejercitar el “sentido común” y con el afán de estar no piensan en las consecuencias de exponer a su animal a una jornada de cross con más 30°C en verano… uno de los típicos ejemplos que se ven a menudo en las ciudades.
D) ¿Es correcto el sistema de aprendizaje que se aplica para enseñarle a mi perro el deporte en el que va a participar?
Muchos deportes necesitan un trabajo previo de obediencia básica en el animal para ajustarse a los protocolos de competencia, puede entrenarlo un tercero o puedo hacerlo yo mismo, en ese caso:
E) ¿Tengo los conocimientos necesarios para enseñarle a mi perro?
Cuantas veces nos hacemos fundadores del aprendizaje de nuestro propio animal pero… ¿Estamos en condiciones de entender protocolos de aprendizaje estables?
Cuando se pierde la razón y se abre paso al maltrato animal
¿Conozco los parámetros de exigencia y castigo que mi perro puede contemplar para dicha competencia?
Y cuando hablo de “castigo” lejos estoy de proponer una acción que signifique intimidación o un supuesto “sufrir” hacia nuestro animal, el castigo se construye de manera positiva.
Un perro es un sujeto social y como nosotros los humanos, tenemos días buenos y no tan buenos. El perro no es una máquina de hacer sin pensar y sin sentir y por eso los evaluadores tienen que estar a la orden del día para saber si en ese momento, nuestro perro está en condiciones de realizar dicha actividad.
¡CUIDADO!
Algunas cuestiones básicas horrorosas que he visto en situaciones de competencias “infantiles” (hijos) que se repiten tal cual en competencias caninas.
Sí señor, ejemplifico con esos padres que se desgarran detrás del alambrado haciendo de un espacio de juego de su hijo, un martirio de vergüenza y humillación que veo repetirse en supuestos “dueños y/o propietarios” frustrados de un lugar y ajenos de un saber que nunca han podido encontrar. Gente que “a cualquier precio” busca que sus perros superen obstáculos deportivos que ellos nunca pudieron… y encima sin pensar en el otro, que se supone, es un ser amado … a esos… mejor lejos.

             LA GLORIA ES SER FELIZ. LA GLORIA NO ES GANAR AQUÍ O ALLÍ. LA GLORIA ES DISFRUTAR PRACTICANDO, DISFRUTAR CADA DÍA, DISFRUTAR TRABAJANDO, INTENTANDO SER MEJOR JUGADOR QUE ANTES

Lo dijo Rafael Nadal, que es un “animal”… en el mejor y más bello sentido de la palabra.

Javier Boracchia “El Perro Urbano”
Psicólogo Social
FB: El Perro Urbano

Javier Boracchia

Soy Psicólogo Social y Educador Canino, me dedico a la investigación y al tratamiento del vínculo entre el perro social y su entorno de convivencia en un proyecto de mi autoría llamado “El perro urbano”. Considero al perro como un sujeto social de vínculos estables y duraderos que comparte un ámbito de comunicación constante con el hombre, adaptando sus capacidades en un juego de participación funcional en donde influye y es influenciado en forma dinámica. Desde mis comienzos cubro el área de trabajos domiciliarios con un equipo de colaboradores formados en mis cursos, actualmente acabo de terminar mi primer libro.

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