Caminando por el Paseo del Viento en Olivos, nos encontramos con una antigua profesora de mi esposa y en la vorágine de palabras y afectos, mientras nuestros perros jugaban, surgió la historia del “perro de Independiente*” Yo recordaba sus apariciones en la TV en blanco y negro -y sin control remoto- de los 70s, pero no conocía su historia.
Contada de muchas formas, la siguiente es, quizás, la versión más fiel de lo ocurrido. Lolo era Juan C. Musladín Alumá, un periodista argentino que trabajó en la red O`globo de Brasil y que, por esas vueltas de la vida, se había transformado en una persona en situación de riesgo, que para evitar que le amputen una pierna se escapó del hospital y fue a morir al río en el bajo de Martínez. Dicen que Boneco, su perro, lo salvó lamiendo y curando sus heridas.
Y es en ese lugar, más precisamente en la vieja estación Anchorena del Tren de la Costa, (abandonada por aquellos tiempos) donde, un periodista lo descubre a causa de un cartelito en la ventana que rezaba:
Aquí vive un hombre solo
como si fuera en el destierro
pero que lo tiene todo
porque lo tiene a su perro.
La revista “Gente” publica la nota “El Hombre Feliz No Usa Camisa” y Nicolás “Pipo” Mancera lo lleva a su programa Sábados Circulares. Ese fue el principio de la historia que muchos conocimos.
Lolo le enseñó a Boneco -muñeco en portugués- a hacer algunas pruebas y comenzaron a ganarse la vida juntos. Trabajaron en algunos circos, hasta que llegaron a Independiente*, el equipo de sus amores. De a poco, animaron concentraciones y prácticas, divirtiendo al plantel que adoptó a Boneco de mascota, convirtiéndolo en un “jugador” más, posando para la clásica foto de cada domingo.
Salió por primera vez a la cancha oficialmente junto a Ricardo Pavoni, capitán de los rojos. En Marzo del ‘74 ante Racing Club e Independiente ¡ganó por 4 a 1!
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Ilustración
Rica Nu
creadodeideas.wordpress.com